Con una plancha para hacer migas se pueden hacer pasteles finos y crujientes, que son originarios de Noruega y reciben el nombre de Krumkager.
La propia plancha está hecha para dar a los pasteles un bonito dibujo, concretamente el tradicional dibujo noruego Østerdals.
Cuando se utiliza la plancha, basta con ajustar el termostato a la temperatura deseada y el indicador luminoso se iluminará cuando los pasteles estén listos.
La plancha está recubierta de antiadherente, lo que hace que sea maravillosamente fácil sacar los pasteles cuando están hechos, y también hace que la plancha sea fácil de limpiar, ya que no quedan restos de masa.